Estudios de Representación 3 — Temperatura del color y autorretrato
En estas dos últimas unidades el trabajo se intensificó el lo que al trato del color se refería. La tarea se complicó con la llegada de un nuevo concepto el cual terminó siendo el eje de lo que se necesita para que una cuadro sea bueno y pictórico al mismo tiempo.
Sería un tema interesante ya que uno de los objetivos del curso como bien plantean los profesores no es llegar a la exactitud cromática o mejor dicho: Realizar una pintura realista no es lo que se desea. Lo que se busca es que nosotros obervemos muy bien la escena y planteemos ciertos patrones con nuestros pinceles y materiales para poder dar la idea de la volumetría y profundidad de planos.
1. Temperatura del color
El bodegón sería realizado en su totalidad por nosotros mismos, eso significa que nostros tendríamos que proponer una escena apropiada para poder estudiar nuestros objetos por medio de la pintura.
Este es un cuadro que me llamó mucho la atención y le peretenece al autor estadounidense David Cheifetz quien trabajó este bodegón no con pinceles sino con espátula. Deducimos así que es pintura al óleo más no témpera, incluso la pureza del color nos da a entender que se trata del óleo.
El detalle más importante de este cuadro es el reflejo de la tela roja sobre la manzana verde, la cebolla y la jarra metálica. Es impresionante que estos detalles que mediante una fotgrafía parecen desapercibidos con la pintura pueden realzarse e incluso logran un gran protagonismo.
Este otro cuadro del mismo autor nos muestra una escena impresionista en la cual predomina el uso del blanco pero el cual está afectado de manera brusca por otro color que es, el rojo. Se puede observar cómo la manzana refleja su luz sobre la cacerola y como el vaso rojo afecta la luz y marca la olla con una potente luz roja. La copa por su parte recibe una ligera afección de la cacerola de cerámica que en ciertas partes no es blanca, sino crema. El uso del reflejo sería de gran importancia para la selección de mis objetos a continuación.
Los requisitos eran sencillos: Tener un espacio en el cual podamos observar las tonalidades frías y las cálidas al mismo tiempo sin olvidar los colores que asociamos con neutros.
Principalmente tenía la ambición de utilizar un objeto que permita cierto reflejo de la tela dentro de mi composición, que contraste con otro elemento sólido pero que sea interesante en cuanto a matices en su superficie
Como objetos personales elegí mi consola de videojuegos portátil, un Nintendo 3DS color rojo y un mando de Nintendo Wii de color blanco el cual tenía su cinta de segurirdad azul amarrada. A mi parecer era una propuesta bastante interesante porque tenía dos colores que contrastaban entre sí y un elemento blanco que a pesar de estar frente a la luz tenía una zona de oscuridades complejas.
Sin embargo, se quedan meramente en ojetos planos, objetos sin volumetría que ayude al estudio de las áreas frías y cálidas. A pesar de esto, son objetos personales de gran importancia para mí ya que formaron parte de mi infancia hasta antes de los 13 años.
A continuación presente una propuesta en la cual los objetos ya no eran los mismos que antes y, para satisfacción mia los colores eran bastante llamativos.
Por un lado tendría un rocoto brillante y muy saturado, por el otro una tetera pequeña de plástico azul la cual ayudaba a obtener cierto reflejo del telón.
Incluso para este ejercicio intenté ver la posibilidad de elaborar un estudio con formato verical ya que siempre tendemos a elaborarlos horizontales. Me preguntaba ¿Cómo sería la sensación? Darle importancia al aire no es tan pertinente pero el montaje que había preparado tenía un telón que se lucía mejor de manera vertical que horizontal.
Había un detalle que aún no me convencía del todo y era la tetera para la sorpresa de los profesores pero no tanto para mi. Si bien era interesante la cantidad de matices que existían en ella no creía que este elemento de baño tenía algo que ver con las verduras. Es por eso que cambié esta por una Ocarina azul.
En sí este bodegón no tiene una temática tecnológica sino, un tema menos personal pero que igual me llama bastante la atención y me motiva.
La ocarina azul, es un objeto reluciente que pertenece a un videojuego el cual tiene por nombre “The Legend of Zelda: Ocarina of time”. El nombre del artículo que tengo en casa es justo el elemento de este videojuego: La ocarina del tiempo.
En su parte superior este elemento tiene una cinta dorada en la cual está incrito el emblema de la familia real de Hyrule, perteneciente a dicho juego.
En lo personal siempre quise profundizar dentro del tema de los reflejos y destellos de luz, es por esa segunda razón por la cual elegí también esta composición de tipo rústico en la cual ambos elementos nos dan la idea de un área o vivienda rural tal y como nos lo plantea la civilización de este juego.
Proceso de trabajo:
En base a la fotografía moestrada anteriormente pude poner en marcha este nuevo proyecto, no bastó mucho tiempo para fotografiar, sino más bien para decidir qué ángulo usar, pero como está mencionado antes el vertical llamaba más la atención.
El formato en el cual trabajé fue un pliego de cartulina tamaño A2 y primero hice el dibujo lineal.
A continuación tuve el mismo problema que en el otro trabajo de contraste simultáneo, ¿por dónde empezar? Sinceramente no entendía muy bien el significado de comenzar a trabajar a partir de un núcleo, comparando colores y tonalidades con lo que está alrededor.
De esa manera tenía de alguna manera resuelta ya la coloraciónn de un solo elemento y faltaba seguir con los demás; el fondo y la ocarina.
Posiblemente al inicio no estaba entendiendo muy bien la dinámica ya que los pliegues se dificultaban un poco, sobretodo la parte central superior del telón que presentaba una concavidad de rebote de luz y después a la derecha la zona de luz directa.
La zona izquierda no resultó ser tan difícil como esperaba ya que bastaba on utilizar el rojo carmín y un poco de azul ultramar para darle la oscuridad al telón en ciertas partes sin necesitar el color negro.
Ciertos matices resultaban complicados y enseguida me di cuenta de que estaba utilizando demasiado el color blanco para esclarecer las áreas del telón en la superficie a la izquierda. El profesor recomendó que sí, podía usar blanco pero con cierta cantidad de amarillo limón y rojo carmín para lograr un rojo claro frío. Ya que la luz incidía fuertemente en esa zona pero sin que pierda colroación.
Ahora el problema radicaba en que sí, había trabajado los elementos por separado y no había tomado en cuenta el hecho de haber esbozado la ocarina con un tamaño más grande que el pimiento el cual entraba en segundo plano.
Para pintar la ocarina del tiempo recurrí al uso del azul ultramar y en menor proporción al azul cobalto. Un dato muy curioso y que sorprendió a los profesores es el uso del pigmento magenta para ciertos reflejos de la tela roja en la superficie del instrumento musical. Más que nada porque era un azul muy vivo que en ocasiones no se percibía como azul sino como morado.
Previamente había trabajado con una berenjena y descubrí que el morado es muy distinto al violeta ya que el morado es más intenso que el violeta formado con azul y rojo, pareciera como si el morado obtenido con el magenta fuese un color no propio de la naturaleza.
Sin embargo, el siguiente paso fue un error imperdonable ya que sólo basandome en lo que observaba de la realidad había quitado todos los bellos matices del pimiento pese a que la ocarina empezaba a ganar volumen.
Siendo sincero conitnué un día más pintando la ocarina del natural pero ya sabía que si quería recuperar todos los contrastes llamativos del otro elemento tendría que recurrir al digital. Afortunadamente había tomado unas fotos muy buenas y de varios ángulos.
El cambio es bastante notorio, ya no se sentía como una figura plana insertada en un ambiente, había recuperado sus matices y su volumetría.
La ocarina aún seguía en proceso, sin embargo el fondo se transformó en algo parecido a una lengua muy extraña que se asomaba delante del telón.
Fue el uso de rojo bermellón y amarillo cadmio lo que me ayudó a darle vida al pimiento, en este caso el magenta no servía y aún así insistí con ese color hasta comprar el rojo.
El resultado final de la ocarina dependió enormemente de la decisión de colocarle los agujeros a este instrumento y con qué color. Los profesores habían recomendado que no los haga porque llamarían mucho la atención a nivel pictórico y que sobretodo tendría que usar violeta para esto ya que el negro no iba.
Yo por mi árte tuve que decir que de todos modos haría esos horificios a toda costa porque pensaba que si un elemento funciona en la fotografía también funcionaría en la pintura, sabiendo además que no era una composición fotográfica tan compleja y con mucho detalle.
2. Autorretrato
Si bien el ciclo pasado realizamos la actividad de autorretrato esta sólo era buscar el claro-oscuro y la propuesta creativa de cada uno de nosotros. Ahora el reto consiste en buscar una escena de claro-oscuro que pueda abarcar el color.
No solo el color como nuestra piel, atuendo y fondo; más bien la búsqueda de zonas frías, zonas cálidas y zonas neutras para estudiar y por ende, darle volumetría a nuestra representación pictórica.
Este es un cuadro indigenista realizado por Lee Bogle el cual escogí como referente ya que analiza un tono de piel muy similar al mio, no es negro sino ligeramente oscuro. Lo considero importante porque no siempre la mezcla idónea para el color piel va a ser violeta con amarillo y blanco, depende también de qué rojo se vaya a usar y de qué amarillo le añadamos a la mezcla.
Es complejo pero para los tonos de piel radica más en la cantidad de azul que uno decide colocarle para este tipo de piel. En realidad el obetivo está en buscar el equilibrio entre los tres colores primarios y el blanco para poder lograr este tono “piel”.
Como se mencionó antes, el objetivo del ejercicio no es encontrar la exactitud cromática, sino utilizar la pincelada para poder denotar ciertas zonas asociadas a un tono de la rueda del color.
En lo personal opté por colocarme esta chaqueta mostaza claro para poder tener un contraste suave entre los tonos de mi piel y los mismos tonos de la chaqueta. Por si fuese un elemento a parte esta chaqueta está basada en el uniforme que utiliza el ejército en una serie llamada “Ataque a los titanes”.
El uniforme es portado por los últimos supervivientes de la raza humana y el emblema que se muestra son las “Alas de la libertad”, ya que dentro del ejército existe una rama la cual se encarga de salir de la seguridad de las enormes murallas que los protejen contra los titanes y aventurarse en el mundo exterior.
Considero que el color mostaza y el verde oscuro hacen buen juego al igual que el uniforme de estos personajes de la serie, es por es que el fondo también sería de color verde y presentaría ciertos pliegues más fáciles de realizar y con una dirección más marcada pero sin estar tensos. en el espacio.
Como era de esperarse trabajaría frente a un espejo más no de la fotografía en primer lugar. A la hora de acomodar la tela no pensé mucho qué forma darle a los pliegues, es por eso que comencé a pintar el rostro. Al igual que en el anterior trabajo no empecé a pintar a partir de un núcleo y me perdí de igual manera de muchos detalles.
El principal error a la hora de dibujar fue como se puede ver en la imagen anterior no tomar muy en cuenta la posición la cual tenía mi persona que es un 3/4 con el torso inclinado ligeramente pero sin ser de costado. Al igual que la ligera inclinación de mi cabeza, la cual ya no emplearía a la hora de pintar el autorretrato.
Uno de los más importantes sería la inclusión de mi pelo. En esos momentos era muy largo y estorbaba para la observación de los matices, más que nada en la zona de los cachetes y la frente. Es por eso que me corté el pelo esa misma noche que terminé de pintar mi rostro con un claro oscuro en cierta manera débil.
Como detalle adicional tendría la inclusión de mi polo debajo de la chaqueta color ocre ya que pienso que le da un detalle que probablemente llame la atención pero es necesario para poder contrastar mejor los matices de la chaqueta con la piel.
Una diferencia notoria entre ambos tonos es el uso de color rojo carmín para la cara junto con amarillo cadmio y por supuesto, blanco. En este ejercicio sería perdonado el uso del blanco siempre y cuando no se coloque puro o poco mezclado sobre el lienzo. Esto también aplica para la camisa la cual tiene en su composición un poco menos del rojo bermellón y más azul ultramar en poca cantidad para llegar a ser ocre. Usé blanco para la zona de la izquierda.
Hubieron varios aciertos y varios desaciertos a la hora de pintar el rostro pero tuve que realizar varias correciones antes de que me diera cuenta que en el lienzo no quedaba ningún espacio en blanco.
- - El fondo quedó muy bien, sin embargo debí haber utilizado más azul cobalto para mantener un poco apagado el telón y que no se vuelva protagónico ya que más llama la atención los pliegues que mi persona.
- El pelo pese a ser negro no sería el propio negro sacado del frasco, sería mezclado con un poco de marrón cálido para el lado izquierdo y un marrón ligeramente frío y con un poco de blanco para la zona derecha, así se notarían los brillos de mi cabello corto.
- Mi nariz no estaba en 3/4 ya que seguía siendo una nariz poco girada y aún en posición frontal, por suerte lo arreglé después y no fue tan trabajoso.
- Lo mismo para los labios, uno es más oscuro que el otro, este detalle aún no es arreglado en la pintura pero no será tan trabajoso tampoco. El supraorbital requeriría ser cortado ligeramente porque en la pintura que presento está muy salido cuando la realidad es otra.
- Falta colocarle los lentes a mi persona, son importantes y contrariamente al otro trabajo, los destellos o reflejos serían poco pertinentes en este trabajo. Al igual que la inclusión del emblema antes mencionado en mi composición aún estoy en dudas.
- Recientemente me doy cuenta que la chaqueta debe ser mejor trabajada de acuerdo a la realidad ya que he empleado más bermellón del requerido para muchas zonas.
Conclusiones del trabajo
- En lo personal siento que este trabajo ha sido satisfactorio, he podido ver una mejora muy grande respecto a los anteriores trabajos en los cuales siento que solo buscaba un color y colocarlo de golpe a toda la composición u objeto. Prefiero quedarme con el análisis que hice a la hora de pintar el pimiento y la ocarina ya que entendí que los objetos no se construyen llenando espacios en blanco sino, por medio de la pincelada con la dirección adecuada.
- La exploración de los colores me pareció genial. He podido en los 3 últimos trabajos utilizar los diferentes matices de cada uno de los colores primarios y secundarios. Los amarillos, los violetas, los rojos y rosas, los azules, los verdes, y en cierta medida los ocres. En realidad siento que los ocres son lo más complicado de manejar hasta la fecha y sobretodo cuando se trata de añadirle blanco a cada una de estas tonalidades.
- Considero que debo de tomar más en cuenta la dinámica de “trabajar empezando por un núcleo” para la próxima ya que como bien mencionaron he trabajado de tal manera que parece que la cara ha sido trabajada a parte y pegada encima de un fondo de tela verde. Esto también incluye a la realización de las sombras en el bodegón rústico las cuales parecen elipses colocadas bruscamente al costado del objeto y ligeramente difuminadas para anexarlas al telón rojo.
- Trabajar a la hora indicada es importante; admito que si bien al incio pintaba a la hora requerida más tarde lo dejaba y en lo que transcurría el día cambiaba el escenario y por ende perdía tiempo. Es así que el pimiento y la ocarina tuve que trabajarlos de manera digital, cosa que no es lo primordial pero por esta ocasión tuve la necesidad de. Para el autorretrato sí debería de trabajar en función al reflejo del espejo porque el celular tiende a sintetizar mucho y llevar al blanco todos los matices de la cara.
- Ser más observador es algo importante ya que es mi única forma de entender qué es lo que está pasando en la escena. El celular me ayuda en cierta manera cuando ya no puedo usar la luz requerida pero no puedo negar que hay bastantes detalles para observar y matices para escoger. No estoy hablando de realizar una copia de la realidad, sino de saber mezclar bien los colores porque ha pasado que he detectado el color que aparece en la escena pero no analizo bien qué pigmentos utilizar para llegar a esa tonalidad y caigo en el gran error de tantear para pintar.
Pese a todo ha sido una grata experiencia haber por fin trabajado con color la técnica del claro-oscuro. Tendré en cuenta para futuros trabajos mis conclusiones antes redactadas, ser más observador y también crítico pero sin forzarse a lograr algo que no es necesario o que no covience dentro de la composición. Es un paso más para la formación artística que llevaré de aquí en adelante.